lunes, 9 de noviembre de 2015

Visiones de Johanna

Bob Dylan fotografiado por Jerry Schatzberg en la sesión para la portada de Blonde on Blonde. 1966.
Aunque la canción Visions of Johanna estaba incluida en el Blonde on Blonde de Bob Dylan, editado en 1966, ha tenido que esperar hasta finales de 2015 para tener su propio videoclip, realizado por John Hillcoat (colaborador habitual de Nick Cave y director de la desasosegante El camino, basada en la novela de Cormac McCarthy y protagonizada por Viggo Mortensen). El motivo es una nueva entrega de las Bootleg Series con las que su casa de discos de toda la vida y Dylan ponen al día y revisan tan desbordante patrimonio documental y, de paso, controlan el siempre rentable mercado de las ediciones piratas para fans de “raros”, tomas alternativas y directos.

La toma relegada hasta ahora.

Visions of Johanna (considerada por bastantes como “la mejor letra escrita para una canción de cualquier época”, lo que quizá sea mucho decir) ha estado siempre presidida por un enigma sobre su origen e intención, y los exégetas (que en torno a Dylan son legión) la relacionan con asuntos pintorescos, tales como el interés del músico por el extraño vínculo existente entre Van Gogh y su cuñada, o con la tumultuosa ruptura de su noviazgo con Joan Baez, o con los mundos subterráneos tan presentes en las tradiciones hebreas. 
Portada de un libro de Tony Beck sobre las letras de Dylan.
El   clip, por supuesto, no resuelve la cuestión, y le añade una buena dosis de morbo sirviéndose de iconos del imaginario surrealista que serían muy del gusto del tándem Buñuel - Dalí.
Bob Dylan y Allen Ginsberg.


Los primeros versos, traducidos por Miquel Izquierdo, dicen así:

"¿No es propio de la noche jugar con malas artes cuando buscas la calma?

Estamos varados, aunque nos esforcemos por negarlo
Y Louise te tienta a desafiar el puñado de lluvia que sostiene
Las luces parpadean en el loft de enfrente
En esta habitación tosen los radiadores
La emisora de country suena mansamente
Pero no hay nada, de veras, nada que apagar
Sólo Louise y su amante entrelazados
Y estas visiones de Johanna que asedian mi mente
(...)
El fantasma de la electricidad aúlla en los huesos de su rostro
Donde estas visiones de Johanna ya ocupan mi lugar
(...)
Oh, es tan difícil seguir
Y estas visiones de Johanna me desvelan hasta el alba
(...)
Oh, Joyas y anteojos cuelgan de la cabeza de la mula
Pero estas visiones de Johanna hacen que todo parezca cruel
(...)
Las armónicas suenan en claves maestras y lluvia
Y estas visiones de Johanna son lo único que queda"

Peter Strain vistió a Dylan con los versos de su Ballad of a thin man.
Además de la belleza irracional de las imágenes y de los fragmentos de antiguas actuaciones recogidos en tan singular peliculita, sorprende de la “nueva” versión (con menos de la mitad del poema) su tempo acelerado, que la convierte en una canción esencialmente distinta. Parece otra. Y parece mentira.

Visions of Johanna. Bob Dylan.
Blonde on Blonde. CBS. 1966.
(La toma elegida).
Bob Dylan. Foto de Don Hunstein.
¿Fue buena la elección de la toma que no hemos parado de escuchar desde hace cuarenta y nueve años? 
¿El misterio exige maneras demoradas y ralentizar el metrónomo?

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