lunes, 13 de octubre de 2014

Gritar, jugar, exponer, ...


F.G. Sala de turbinas de la Tate Modern. Londres. 06.2014.



Los niños saben poner a prueba y explotar las posibilidades acústicas y festivas de cualquier lugar al que llegan (y, simultáneamente, la paciencia de quienes les rodean, desquiciados por la complacencia ausente de sus padres).

F.G. Sala de turbinas de la Tate Modern. Londres. 06.2014.

Niños corriendo en la Tate Modern.
Londres, junio de 2014.
En este caso corren cuesta abajo por un grandioso resto de arqueología industrial reconvertido en privilegiado espacio para la exhibición artística por los arquitectos Herzog & de Meuron, que a menudo actúan como niños en la búsqueda de la opción escondida, y encuentran la solución más sorprendente para los proyectos que les encargan.
F.G. Sala de turbinas de la Tate Modern. Londres. 06.2014.
Los niños también inventan historias para los lugares que ocupan, aunque estén en ellos solo de paso.
E igual que los niños, los artistas. Si pulsas los enlaces con la Sala de turbinas de la Tate Modern debajo de cada foto verás algunas de las que crearon para ese espacio sencillo y neutro, en forma de exposición, Juan Muñoz, Doris Salcedo y Louise Bourgeois. 
Carsten Höller. Test site. Tate Modern. 2006-07.
Carsten Höller convirtió los toboganes en esculturas y el museo en un parque de atracciones donde los espectadores, más infantilizados que de costumbre, gozaban a sus anchas del "pánico voluptuoso" provocado por el deslizamiento.
Detalle de la instalación de Carsten Höller en la Tate Modern. 2006-07.
El espectáculo principal estaba en la ruidosa escitación del público.
Como niños.

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