miércoles, 26 de marzo de 2014

El "papamoscas" de Burgos

Charles Clifford. Fachada de la catedral de Burgos.1853.
(El reloj, del siglo XVIII, fue retirado diez años después de hacerse esta fotografía)



Hubo un tiempo en que las catedrales eran el parque de atracciones de las ciudades. Cuando -de pequeños- nos llevaban de excursión a Burgos, lo que comentábamos a la vuelta era que habíamos visto el papamoscas, a pesar de que no era ni el único ni el mayor tesoro allí albergado.

Las cuatro de la tarde en el interior de la 
catedral de Burgos.19.10. 2013.
Papamoscas y Martinillo. Siglos XVI al XVIII. Catedral de Burgos.
Todo era sonido: la palabra, relojes, autómatas, campanas, preces y cánticos, órganos, coros, cantorales, maestros de capilla, instrumentos portátiles, púlpitos, y, muy especialmente, la pintura y la escultura rodeándolo todo y contando de diversas maneras -pero siempre con suma eficacia- las mismas viejas historias para conmover y afianzar a la grey. 
Una indescifrable acústica que todo lo envolvía convirtiéndolo en misterio sobrenatural. 
Algo que podía pasar por verdadero.
Catedral de Burgos. Detalle escultórico de la portada del Sarmental.



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