lunes, 17 de junio de 2013

Moscas


Publicidad de Raid a partir de la partitura de El vuelo del moscardón, de Rimski-Kórsakoff.
Joan Manuel Serrat incluyó en el disco que dedicó a Antonio Machado en 1969 una versión de la canción que Alberto Cortez había compuesto sobre el poema Las moscas. La adaptación tenía unas modificaciones mínimas sobre el original, pero significativas, guiadas por la probable intención de hacerlo más trepidante, con un ritmo más continuado, deslizante, zumbón, como de obstinado moscón veraniego. El resultado fue tan brillante y el éxito tan rotundo que el poema ha quedado inscrito en la memoria de varias generaciones ligado, quizá para siempre (no hay más que ver las unidades didácticas colgadas en internet sobre el particular), a esa música, a esos ligeros cambios y a los arreglos de Ricard Miralles, estrecho colaborador del "noi de Poble-sec" en aquella época. 
Esta es la letra del poema:
 
"Vosotras, las familiares,
inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.

¡Oh viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!

¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!

Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela,


—que todo es volar—, sonoras
rebotando en los cristales
en los días otoñales...
Moscas de todas las horas,


de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada,


de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado

sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.

Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas".

Antonio Machado. Las moscas. Soledades. 1902.

Y esta la versión del joven Serrat en Chile, el año en que editó el disco:



Seguro que el caso le haría mucha gracia, porque confirmaba su opinión, a Antonio Machado y Álvarez, "Demófilo". También a sus aplicados hijos, tan atentos al sentir y al cantar popular. Manuel Machado escribió sobre ese asunto, siempre recurrente, en La copla (y su poema se convirtió a su vez en canción de Atahualpa Yupanqui, que prescindió de la segunda estrofa y lo atribuyó a Antonio): 

"Hasta que el pueblo las canta,
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo,
ya nadie sabe el autor.
Tal es la gloria, Guillén,
de los que escriben cantares:
oír decir a la gente
que no los ha escrito nadie.
Procura tú que tus coplas
vayan al pueblo a parar,
aunque dejen de ser tuyas
para ser de los demás.
Que, al fundir el corazón

en el alma popular,
lo que se pierde de nombre
se gana de eternidad."

Manuel Machado. La copla.

Esta es mi pequeña aportación de una tarde de caluroso domingo:


Moscardón en el cuarto de baño.16.06.13.




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